FELIPE KAST SE GANÓ MI RESPETO

Hace unas noches me leí un reportaje sobre Felipe Kast, quién arribará en el MIDEPLAN, y debo reconocer que este cuiquito de la cota mil se ha ganado mi respeto. Siempre me va a parecer respetable que un cuico baje de la cota mil a estudiar -aunque la UC está llena de pelolais pero, está en San Joaquín- y se ensucie las manos ayudando a los pobres. Lo que más me llamó la atención es que de manera voluntaria antes que terminara sus estudios de economía, partió a Cuba a estudiar sociología y economía marxista en la Universidad de La Habana, lo que me demuestra que este tipo tiene una mirada transversal de las cosas y que lo que mueve su vida es una gran visión de ayudar a los pobres. Esta ayuda no es sólo desde la academia sino que quiere plasmarlas en acciones concretas a través de la política.

Otra cosa que me llamó la atención que a pesar de ser hijo de un ex ministro de la dictadura –Miguel Kast -, no ha tenido reparos en reconocer el atropello a los derechos humanos sucedidos en la dictadura militar. Esto último hizo que se terminara ganando mis respetos, ya que no todos en la derecha se han sacado las vendas de los ojos y que este tipo lo haga me parece notable.

Me parece que las existencias de estas motivaciones debieron haber sido ayudadas por el ambiente que se debió dar en su hogar por ser hijo adoptivo de Javier Etcheberry (ex ministro de Obras Públicas y ex PPD).

Si la derecha actúa de manera inteligente, claramente tienen que potenciar políticamente a Felipe Kast, ya que está pintado para ser candidato a la presidencia el 2018 –ya que para el 2014 está muy joven-. Por otra parte la Concertación si se decide por dejar de cometer errores, debería desde ya comenzar a empoderar políticamente a Sebastián Bowen, quién es el indicado para contrarrestar la visión de derecha de Felipe Kast desde la Concertación.

Lo que no me deja de llamar la atención es que tanto Kast como Bowen provienen del sector más privilegiado de nuestro país, lo que es una muestra clara de las enormes desigualdades de oportunidades en Chile. Dios quiera que ambos sean potenciados y que desde sus respectivos sectores se la jueguen por un Chile con una cancha pareja para todos y donde se viva la tan anhelada meritocracia.