SEXUALIZACION

El mejor gancho comercial
apela tu liberalidad
Toca tu instinto animal
rozando la brutalidad
Te lo encuentras en la pared
En el anuncio del licor
Pegado en un mostrador
Gritándote a todo color
Sexo compro
Sexo vendo
Sexo arriendo
Sexo....sexo.....sexo.....sexo.....sexo.

Cantaban Los Prisioneros por los años 80, tema que a pesar de ser del siglo pasado, sigue estando mas vigente que nunca -como todos los temas de Los Prisioneros- en los tiempos de hoy, donde la sexualización de los medios se hace mas acérrimo cada día.

Pero, ¿qué es la sexualización?. Según la Asociación Americana de Sicología (APA) se define como la evaluación de la persona sólo por su atractivo sexual, excluyendo otras características y reduciéndola a un objeto.

Empíricamente ha sido la mujer la que se ha visto mas afectada por esta sexualización. Hoy en día afectada mas que nunca por los medios de comunicación, que muestra a chicas enchuladas con siliconas y lipusucciones varias, enarbolándose a estas como modelos de bellezas a seguir.

Según el reporte de la APA, basado en la revisión de 300 estudios, esta exacerbación de la sexualidad femenina no sólo afecta a las niñas, generando trastornos alimentarios, baja estima y depresión. El Informe también indica que este fenómeno –que se desarrolla a través de la TV, el cine, la publicidad y otros medios- también afecta a hombres y mujeres adultos, quienes tienden a sobrevalorar el aspecto físico y ven alterada tanto las percepciones de sí mismos como sus relaciones de pareja.

Para uno como varón, envuelto en estos medios sexualizados, es bastante complicado no buscar ese canon de “belleza” que se difunde constantemente. Mas encima, si uno fue diseñado para reaccionar ante estímulos visuales. Pero como escuche una vez por hay: “en una mujer lo que importa es que tenga sentido del humor y buen carácter, por que a la larga todo se cae”. Lamentablemente, con los avances en cirugías plásticas, se a podido luchar contra la gravedad y el paso de los años, distorsionando y aumentando las expectativas de las mujeres respecto de su atractivo físico. Es por esto, que las mujeres ya un poco veteranas –y las no tanto también- se empeñan por enchularse. Por eso mucho mas decoroso, sabio y asertivo fue lo que señalo David hace miles de años atrás en el libro de Proverbios, en su capítulo 31, versículo 30: engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada. Por lo tanto, a los hombres no nos queda otra que superponer las características de la mujer como persona, por sobre su aspecto físico. ¿Difícil?, pucha que si, pero es lo mas sabio.

Pero como señala el informe de la APA, esto de la sexualización no solo afecta a las niñas y mujeres, sino que también a los varones, es lo que también señala la profesora y sexóloga María Angélica Martín: “Hay que destacar que el hombre también se esta objetizando, lo que tiene que ver con la liberación de las mujeres, que ya no son tan pasivas, y piden que el hombre tenga un cuerpo atractivo”.

O sea, los hombres tenemos que aprender a desmarcarnos de la sexualización mediática para no ver a las mujeres como objetos, y mas encima, nos comenzarán a exigir cumplir con ciertos moldes de atractivo físico. ¡NO!, me rebelo ante esta inminente realidad, y propongo mantener y/o volver a los clásicos modelos chilenos de atractivo masculino. Es decir, al flacuchento con ponchera (modelo liquid paper), con una estatura promedio de 1.70 m, hidalgo, simpático y fiel. Como por ejemplo el siguiente mino:

¡VOLVAMOS A LO CLÁSICO!