¡NO A LAS ARMAS GRINGOS TONTOS!

En los Estados Unidos adquirir un arma de fuego, solo es un poco mas complicado que ir de compras al supermercado. Ya que en el país del Norte de América, basta solo con ser mayor de edad y no tener antecedentes policiales para poder comprar armamento. En la sociedad gringa se vive una amalgama de temor –infundidos por los medios de comunicación, desde antes del 11/9- competencia descarnada por el éxito y la libre tenencia de armas, lo que ha traído como consecuencia una historia empapada de sangre inocente.

A continuación una sangrientología de los gringos locos (sacado de las Ultimas Noticias):

Mayo de 1927: en Bath, Michigan, Andrew Kehoe coloca explosivos en la escuela del pueblo. La explosión mató a 38 niños y siete adultos.

Agosto de 1966: en Austin, Texas, el francotirador Charles Whitman mata a 14 personas y hiere a docenas desde la torre del reloj de la Universidad de Texas.

Enero de 1979: en San Diego, California, Brenda Spencer (17 años), mata a dos adultos y hiere a ocho niños. “No me gustan los lunes fue su explicación”

Enero de 1989: un hombre de 24 años dispara en Stockton, California, contra el patio de una escuela. Asesina a cinco niños y hiere a una treintena de personas. Luego se suicida.

Octubre de 1997: en Pearl, Mississippi, Luke Woodham (16 años) abre fuego en su escuela, mata a dos alumnos y hiere a otros seis. Antes, le cortó el cuello a su madre.

Abril de 1999: La famosa matanza de Columbine. En Littleton, Colorado, Eric Harris (18 años) y Dylan Klebold (17) disparan en el liceo de Columbine y matan a 12 alumnos y un profesor. Después se suicidan.

Marzo de 2005: en Red Lake, Minnesota, un adolescente de 16 años mata en su escuela a nueve personas, de las cuales cinco son estudiantes. Se suicida.

A esta historia de sangre, se agrega la matanza de la Universidad de Virginia Tech, perpetrada el 16 de abril de este año por el surcoreano –y estudiante de la misma casa de estudio- Cho Seung-Hui de 23 años. El cual baleo a muerte a 32 personas, entre estudiantes (mayoritariamente) y profesores.

En Chile, con todo nuestro subdesarrollo e ineficiencias, debo dar ¡Gracias a Dios! Que es bastante complicado y costoso la adquisición de armas. Felizmente no existe una cultura de “vaqueros armados”. Limitándose la tenencia de armas a las fuerzas armadas y a los indeseables delincuentes –que las adquieren de manera ilegal-. Por lo cual muchos desequilibrados están ajenos a las armas y a reacciones como la del surcoreano.