¿Y cómo materializará este sueño y su función de embajador? Nada mas ni nada menos que en uno de los proyectos más ambivalentes en el que un hombre pude involucrarse: el matrimonio. Proyecto de vida que implica grandes bendiciones, pero a la vez muchas frustraciones. Y a Oscar no se le ocurrió nada mas desafiante que plasmar este plan a kilómetros de su familia, amigos y hermanos.
Cada uno juzgará –aunque no nos corresponde hacerlo- si esto es una locura o un acto de Fe por parte de Oscar. Pero antes de que juzguen, quiero expresar un momento que quedo gravado en mis memorias personales. Un fin de semana, en el cual Isangy estaba en Chile, Oscar me invita a su casa. Ingenuamente pensaba que me dirigía a una convivencia en honor a Isangy. Una vez en su casa, luego de degustar una rica cena -¡y me gusto!- veo que Hugo se pone de pie y comienza a expresar palabras con motivo de Oscar e Isangy. Yo aun ignorante de lo que iba a acontecer, veo que Oscar toma la palabra y de su bolsillo desenfunda un cajita, la cual abre e inmediatamente comienza a salir un destello de luz que encandila mis ojos y que alumbra a la Isangy. Una vez que mis ojos se recuperan, veo que el destello de luz fue formado por un anillo. ¡ Yo no lo podía creer!, ¡era Oscar oficializando la aventura de su vida!. Ante mis ojos incrédulos, observaba al mismo hombre que muchas veces se caracterizó por su indecisión y su actitud relajada antes los compromisos, poniendo el anillo en uno de los dedos de Isangy. Posteriormente Hugo bendijo esta postura de anillos, y de esta manera el noviazgo quedo sellado ante los ojos de Dios. ¡Qué Heeeaaaavvvyyy!, yo aun asombrado de lo que estaba presenciando, no aterrizaba del honor de estar presente en un acto tan intimo e importante para la vida de Oscar.
Este hecho marco un punto de inflexión en mi percepción de Oscar. Si antes con todo derecho lo llamaba ArrugOscar, ahora, me decía, esto ha quedado en el pasado. No cualquier hombre toma la decisión que escogió Oscar, ¡y más encima la cumple!
Ante lo anterior, en la Despedida Oficial de Oscar por parte de CENLIMI –el resto son solo imitaciones- me tome la libertad de emular lo que hizo Jesús con Pablo. En la ronda de las últimas palabras de expresión de cariño hacia Oscar, alzo la voz y señalo: Desde este día, tu sobrenombre ya no será ArrugOscar, sino que te llamaremos: ¡APERROSCAR!
AperrOscar, que Dios te llene de sabiduría y te colme de bendiciones en este tremendo acto de Fe.
PD. Viejito, nos dejaste la vara bastante alta a los varones de CENLIMI…jajjaajja.
1 comentario:
Nunca antes había leído el blog del Gonzalo, aunque muchos me decían "es super bueno". Lamento no haber ido a la despedida, me perdí un gran acontecimiento.
Me gustoó leer los comentarios y deseos de un amigo refiriéndose a la aventura quizás más importante de la vida del Oscar, confío en Dios en que todo caminará bien. Parece sacado de una película la historía, una película romántica, pero bajo el amparo del Señor.
Y Oscarín, si lees éste post, te mando un tremendo abrazo y espero verlos pronto.
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